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Como se ha indicado, las reses vienen fuertes y han de girar a la derecha de forma violenta, por lo que con total seguridad, los toros que no vean la curva con antelación o vengan excesivamente rápidos, tomarán el giro por el exterior, colisionando incluso con el vallado, pudiendo llegar a caerse. Correr este tramo no es dificultoso si se tiene cuidado de entrar en la curva por el interior dando espacio a la manada para correr algunos metros más y salirse sobrado por el vallado de la derecha o de la izquierda. En cambio, si apuramos distancias en la curva deberemos cuidarnos, ya que hay toros que nada más tomar la curva por la izquierda, hacen hilo y buscan corredores en el vallado de la derecha de forma rápida y no siempre hay huecos suficientes para salirse por arriba, por lo que habrá de buscarse la “gatera” o hueco inferior.
En la parte media de la calle, los toros vuelven a agrupase nuevamente y bajar su velocidad, debido a la disminución de luz y el número de corredores que les impiden ver la calle con claridad. En el tramo final suelen producirse alcances de unos corredores sobre otros, produciéndose situaciones de peligro.